Como todos los días, el día
comenzó con el desayuno, que hoy fue a las ocho menos cuarto. A las ocho y
cuarto la guagua nos estaba esperando en la puerta del hotel para recogernos y
pasar a recoger después a los compañeros canarios, para subir a la ciudad de La
Laguna . La guagua nos ha dejado en la plaza del Adelantado, en honor del conquistador de la
isla, Fernández de Lugo. Tras hacer una foto de todo el grupo iniciamos la
visita guiada por el casco viejo de La Laguna que nos llevó a pasear por las
principales calles y a ver varios palacios, entre los que destacan el Palacio
Salazar residencia del obispo (La Laguna es la capital de la diócesis de la
provincia de Tenerife y la sede de la
universidad), y la Casa del Corregidor.
Tras la visita al casco viejo de La
Laguna (patrimonio de la Humanidad) hemos subido a la guagua para bajar a la
ciudad de Santa Cruz de Tenerife, capital de la Isla y de la provincia. Hemos visitado el Museo
Etnográfico de Canarias. Nos han sorprendido las momias guanches que se
conservan allí.
Luego hemos comido la comida preparada por las madres del Colegio
“Infanta Elena” de la Orotava, a las que doy las gracias de la forma más
sincera y efusiva, especialmente a Mari, presidenta de la APYMA. Gente
maravillosa que han procurado en todo momento que no nos faltase de nada. No sé
cómo agradecer lo bien que nos han tratado. Mañana, a las siete y veinte de la
mañana (dentro de un rato), estarán en
el hotel, junto a Ramón, el profesor responsable del proyecto “Naturarce” en el colegio de La
Orotava, para despedirnos y dejarnos los
bocadillos de la comida del sábado. Es ésta una de las aportaciones de trabajar
en estos proyectos: merece la pena el
esfuerzo para solicitarlos, para hacer la memoria y para organizar y realizar
el viaje, porque la convivencia entre los niños y niñas de colegios de
distintos lugares es tremendamente enriquecedora. Los valores que se adquieren
de autonomía, responsabilidad, respeto a otras culturas y gentes, se aprenden
de forma práctica y complementan lo aprendido en la escuela. Y lo mismo
ocurre entre los adultos: el intercambio de opiniones y de experiencias y el
trabajo en común enriquecen el currículo profesional de cada profesor e inciden
directamente en la educación de los niños. El aula se queda pequeña para
aprender lo que hoy nos demanda esta sociedad del Siglo XXI. De ahí la
importancia de seguir con estos proyectos y estas actividades fuera del aula.
Pero volvamos al día de hoy. Tras
la visita al museo, hemos ido a la playa de las Teresitas, donde hemos pasado la
tarde. Es ésta playa una playa artificial, es la playa de Sta. Cruz de
Tenerife, hecha con arena traída en barcos desde el Sahara cuando ese
territorio era español, en los años 70 del siglo pasado. Está muy resguardada y
las olas son pequeñas, por lo que no ofrece peligro alguno. Nuestros niños lo han pasado en grande.
Hemos vuelto de la playa y nos hemos
despedido de nuestros compañeros canarios. Una vez en el hotel casi todos los
niños han subido a la piscina del mismo, que está en la azotea y se han bañado
en ella, ¡¡¡Había que probarla!!!. Luego hemos ido, un día más, a la plaza del
Charco para realizar las últimas compras.
Después de cenar, en el hotel había
baile y bingo infantil, y nos
hemos divertido participando.
Sólo queda pensar que las maletas
están hechas ya, porque en unas horas tenemos que salir hacia el
aeropuerto Tenerife-Norte para regresar a la Península.
Como todas las noches os dejo el
enlace de las fotos de hoy para que veáis todo lo que hemos aprendido y lo
que hemos disfrutado.
Mañana regresamos y pasaremos
unas horas en Madrid. Volveré a publicar la crónica y las fotos del día. Buenas
noches y hasta mañana.
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